Croquetas de calamares en su tinta
Podemos decir que las croquetas son universales. En cualquier casa están presentes, ya sea como una opción de cocina de aprovechamiento o como aperitivo estrella, y con una receta que guardamos como oro en paño. Para mí son ya algo imprescindible, y prueba de ello lo encontráis en el blog, donde hay croquetas para dar y tomar.
Hace tiempo preparé en casa unos calamares en su tinta, y me vino a la mente unas deliciosas croquetas de calamares en su tinta que había probado yendo de tapas por Santiago de Compostela.
Dicho y hecho, había que hacerlas y publicarlas, y aquí os las traigo. La experiencia ha sido más que satisfactoria, porque no sobró ninguna de lo buenas que estaban. Os las recomiendo sin duda, por salirse de las habituales y por estar muy ricas.
Otras menos habituales, y que he cocinado hace poco, son las croquetas “casi líquidas”, de queso y pollo. Con una gran cremosidad, explotando en la boca al comerlas de un bocado. Si sois más clásicos, decantaros por las de pollo, de bacalao o de jamón.
El “arte” de hacer croquetas se consigue haciendo muchas, y en eso creo que voy cumpliendo. En el blog encontraréis algunas guías para prepararlas bien, sin morir en el intento, con unos consejos prácticos a la hora de cocinarlas, de freírlas y también si queremos congelarlas.
Preparación de base de las croquetas de calamares en su tinta
- Picamos la cebolla en “brunoise” (dados pequeños). Sofreímos en una sartén, con un poco de aceite de oliva virgen extra. Hasta que esté blandita. Reservamos para más adelante.
- Lo mismo con el calamar (ya limpio). Lo cortamos en pequeños trozos. Sofreímos en la misma sartén, hasta que esté tierno. Retiramos y reservamos.
- Comenzamos ahora con el “roux”: en la misma sartén, derretimos la mantequilla, añadimos a continuación el aceite, y seguimos con la harina. Mezclamos bien, dejando cocinar a fuego medio, hasta que esta coja un color tostado.
- Para hacer nuestra bechamel, iremos sin prisas. Añadiremos la leche en 3 tandas, para luego ir removiendo sin parar. Estaremos atentos para que no salgan grumos, y si es el caso los aplastamos con un tenedor.
- Incorporaremos también la nata líquida, y seguimos removiendo. Le dará un toque de cremosidad a nuestra bechamel. Queremos una textura suave y fina, que no sea un mazacote.
- Echa la bechamel, vamos con el resto de ingredientes. Añadiremos la cebolla pochada y el calamar cocinado, mezclando bien.
- Disolvemos los sobres de tinta en un poco de agua. La echamos sobre la masa de las croquetas, mezclando poco a poco, hasta que se tiña todo de color negro. Este será el toque más característico de estas croquetas.










Forma, fritura y presentación final de las croquetas de calamares
- Pasamos la masa a una fuente. La extendemos uniformemente, y la dejamos atemperar. Tapamos con film transparente, para luego meter en la nevera al menos 10/12 horas. Para que coja textura y consistencia.
- Cogemos un poco de masa, dando luego forma con las manos. En este caso he decidido hacerlas redondas, pero esto lo dejo a vuestra elección. Vamos hacerles un doble rebozado: primero por pan rallado, luego por huevo batido y finalmente, otra vez por pan rallado. De esta manera el rebozado estará más crujiente y tendrán una mayor consistencia.
- Calentamos el aceite en un cazo o sartén, pero sin que llegue a humear. Vamos friendo las croquetas de 3 en 3, para que no se nos baje la temperatura.
- Cuando estén doradas, las retiramos sobre papel absorbente, para escurrir el aceite sobrante.
- Si aún así con el vídeo y estas explicaciones paso a paso de la receta, no lo tenéis claro, os dejo un paso a paso en fotos de esta receta de croquetas de calamares en su tinta para que os salgan sí o sí. No lo dudéis, seguid estas fotos.
Consejos para unas croquetas de calamares en su tinta
- 50 minutos + 12 horas reposo es el tiempo de preparación necesaria para estas croquetas. Es una forma de saber lo que nos llevará hacer la receta y planificar compra y preparación. Podréis preparar unas 45/50 unidades, dependiendo siempre del tamaño de la croqueta.
- La calidad de los ingredientes es fundamental, para esta receta no hemos apoyado en varios productos de calidad, la leche entera de Unicla y la nata Feiraco por supuesto son de Galicia Calidade y los calamares de Rosa de los vientos, que siempre son de primera.
- Para que nos quede un interior bien tintado, vamos a necesitar una buena cantidad de tinta de calamar. Por eso he utilizado dos bolsas. De esta manera os quedará un relleno bien negro, y no correr el riesgo de que resulte “gris hormigón”. El sabor será bueno pero recordad que también se come por los ojos, y el aspecto final es importante.
- Después de hacerlas muchas veces, ya prácticamente hago la bechamel a ojo aunque cómo siempre tenéis los ingredientes medidos y pesados para que te salga perfecta. En cada casa la bechamel va según los gustos de cada uno, pues irá en función de la textura final que más me gusta.
- Las croquetas siempre nos sacan de un apuro, por lo que en mi congelador suele haber unas cuantas bolsas. Para un aperitivo, para la cena, es sacarlas del congelador y directamente ya se pueden freír.
- Un gran recurso, y más aún si hay niños/as en casa. Echad un vistazo a estos consejos para congelarlas de la mejor manera.
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